¿Cuántas veces hemos encontrado a un graduado de la universidad con un cierto nivel de frustración por haber concluido una carrera universitaria y estar sufriendo las graves consecuencias del desempleo o subempleo o la sensación de insatisfacción por haber realizado un esfuerzo y haber obtenido un resultado menor al esperado? Seguramente nos hemos preguntado ¿qué o quién falló? ¿la escuela?, ¿su vocación?, ¿el proceso de aprendizaje?, ¿la infraestructura? ¿o los profesores?, es difícil saberlo, pero ahí está él o ella frente a la realidad abrumadora preguntándose si fue suficiente haber obtenido el grado académico, si este proceso le dio las herramientas para la vida o al menos para el mundo laboral dentro de una sociedad cada vez más compleja y cambiante.

A Los profesores y comunidad universitaria también nos preguntamos cómo podemos ayudarles a enfrentar este mundo complejo y turbulento, un mundo de grandes desafíos como el cuidado del medio ambiente, la gestión del conocimiento y el bienestar. ¿Cómo acompañarlos en el progreso de crecimiento como personas y profesionales? Preguntas como éstas, requieren de una profunda revisión del rol de cada uno de los actores de la vida universitaria en la búsqueda de una forma de optimizar nuestras tareas y los instantes de interacción entre la realidad compleja, el conocimiento en constante evolución y el efímero tránsito de los estudiantes por las aulas. Los autores de este libro nos ofrecen una visión de la realidad cruda pero también esperanzadora de un mejor futuro. Nos acercan a herramientas de aprendizaje activo para construir puentes entre generaciones y cosmovisiones distintas del mundo de los actores en esta faceta de la vida para que graduarse sea una oportunidad de participar en la creación de un mejor mañana, para que desde ahí, como sociedad podamos revitalizar y reconstruir lo que la turbulencia ha dejado.